Artículo 26
¿Cuánto están dispuestas a cambiar las empresas para competir en el mercado internacional?
Esta es una de las preguntas que trae consigo el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), una medida reciente y estratégica de la Unión Europea (UE) que, más allá de los desafíos que representa, abre una oportunidad sin precedentes para que las empresas mexicanas destaquen en sostenibilidad. Sin embargo, para mantenerse competitivas, es fundamental comprender qué implica este ajuste, cómo afectará a las exportadoras de sectores clave en México y, sobre todo, cómo podemos estar preparados.
¿Qué es el CBAM?
Es una herramienta regulatoria pionera que busca reducir la “fuga de carbono,” es decir, que los productos que ingresan a la UE cumplan con las mismas regulaciones de emisiones que los productos locales. Este mecanismo se implementa en sectores de alta emisión de carbono, como el acero, el cemento, el aluminio, los fertilizantes, la electricidad y el hidrógeno.
Su principal objetivo es que las empresas importadoras que deseen vender en la UE paguen un “ajuste de carbono” equivalente a la cantidad de CO₂ que se generó en la producción de esos bienes.
Desde octubre de 2023, las empresas deben reportar las emisiones de sus productos en la cadena de suministro; y para enero de 2026, estarán obligadas a adquirir certificados CBAM en función de las emisiones reportadas, lo que impactará directamente en los costos de exportación y en la competitividad de los productos.
¿Cómo afectará el CBAM a las empresas mexicanas?
Para las empresas mexicanas en sectores como agroindustria, alimentos y bebidas, automotriz, o aeroespacial, el impacto del CBAM se hará sentir de manera inmediata, especialmente en aquellas que dependen de exportaciones o participan en cadenas de suministro internacionales. A continuación, presentamos algunos puntos clave que deben tener en cuenta:
Costos adicionales para exportadores: En cuanto entre en plena vigencia el CBAM en 2026, las empresas que no cumplan con los límites de emisiones enfrentarán un “impuesto de carbono” al ingresar al mercado europeo. Para las empresas en México, especialmente en sectores como automotriz y aeroespacial, este ajuste podría significar una reducción en la competitividad debido al incremento de costos que, a nivel de la UE, podrían estar entre los 30 y 50 euros por tonelada de CO₂ emitido, dependiendo del sector.
Oportunidades de crecimiento en sostenibilidad: El CBAM impulsa una adaptación de procesos hacia prácticas más sostenibles. Por ejemplo, el sector de alimentos y bebidas, uno de los grandes emisores de gases de efecto invernadero en México, tiene la posibilidad de optimizar su huella de carbono mediante la implementación de tecnologías que reduzcan el impacto de su cadena de suministro. Esto es clave, ya que aproximadamente el 30% de las emisiones globales de CO₂ provienen de este sector.
Fortalecimiento de la cadena de suministro: Los proveedores mexicanos que exportan a empresas dentro de la UE ahora deben garantizar el cumplimiento de regulaciones ambientales estrictas. Esto genera la necesidad de realizar una medición eficiente de las emisiones en la cadena de suministro para reducir el impacto y asegurar la permanencia en mercados internacionales.
Las empresas de manufactura automotriz y aeroespacial pueden beneficiarse enormemente al implementar herramientas tecnológicas de medición de huella de carbono que aseguren una trazabilidad clara de las emisiones, facilitando así su cumplimiento con CBAM y mejorando su reputación en el mercado global.
Cumplimiento con estándares internacionales: La tendencia hacia la adopción de estándares de sostenibilidad está en aumento. Empresas como Walmart y otras cadenas de supermercados ya solicitan a sus proveedores cumplir con requisitos de sostenibilidad.
Se estima que, en los próximos cinco años, al menos el 60% de las cadenas globales de supermercados exigirán a sus proveedores un reporte anual de emisiones.
Esto crea una oportunidad para que las empresas mexicanas demuestren su compromiso con la sostenibilidad y aumenten sus posibilidades de ser elegidas socios de negocios.
Herramientas tecnológicas para medir y gestionar la huella de carbono
Uno de los puntos críticos para las empresas mexicanas que deseen cumplir con el CBAM es la eficiencia en la medición de su huella de carbono. En este sentido, las herramientas tecnológicas para la medición de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se están convirtiendo en una inversión estratégica. Plataformas digitales avanzadas permiten llevar a cabo mediciones precisas de las emisiones en tiempo real, asegurando que la información proporcionada a los compradores europeos sea confiable y esté actualizada. Este tipo de herramientas también facilitan la identificación de oportunidades de reducción de emisiones, optimizando tanto los procesos como los costos.
Además, estas plataformas no solo son útiles para el cumplimiento normativo, sino que también permiten a las empresas responder a una demanda creciente de los consumidores y clientes internacionales por productos sostenibles, ayudándolas a consolidar una ventaja competitiva en el mercado global.
Transformar el reto en una oportunidad
El CBAM marca un antes y un después en el comercio internacional y obliga a las empresas mexicanas a ver la sostenibilidad no solo como una necesidad, sino como una ventaja competitiva. La pregunta que toda organización debería hacerse es: ¿Estamos listos para adaptarnos y ser líderes en sostenibilidad?
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