Disposición Final de los Productos: Alcance 3, Categoría 12.

Artículo 59

¿Predicción del futuro? o fomento a la responsabilidad sobre el Análisis de Ciclo de Vida (ACV)

Hace unos días impartía un curso para el Comité de Sostenibilidad de un fabricante OEM del sector automotriz, a quien estamos acompañando en la integración de las Normas NIS.

Durante el curso, revisábamos las 15 categorías del Alcance 3 con el objetivo de identificar:

  • El área responsable por cada categoría
  • Las áreas de soporte
  • Las áreas con incidencia

Al llegar a la Categoría 12, uno de los asistentes, miembro del comité, planteó una duda que refleja uno de los retos más complejos de esta metodología: «Nuestra empresa fabrica asientos OEM para distintas armadoras. Hoy la vida última promedio de un vehículo es de 15 años. ¿Significa esto que si en 2025 producimos 500,000 asientos, debemos calcular las emisiones que generará su disposición final en 2040?»

La pregunta me pareció brillante. Toca un punto central del Análisis de Ciclo de Vida (ACV): la necesidad de estimar impactos futuros desde hoy.

Así que vamos a desglosar la respuesta.

La respuesta corta es: Sí, el cálculo es requerido. El fabricante de asientos OEM debe estimar y reportar en 2025 las emisiones que se generarán por la disposición final de los 500,000 asientos vendidos ese año, aunque esa disposición ocurra en 2040. Ahora, exploremos el «porqué» y el «cómo», que es donde se aborda la incertidumbre que correctamente se señala.

La Lógica Detrás del Requerimiento

El principio fundamental detrás de la Categoría 12 no es predecir el futuro con una precisión perfecta, sino fomentar la responsabilidad sobre el ciclo de vida completo del producto.

El objetivo es llevar a la empresa a cuantificar, en el presente, el impacto futuro de los productos que pone hoy en el mercado.

Esto tiene dos propósitos estratégicos inmediatos:

1. Incentivar el Diseño Sostenible (Ecodiseño): Al tener que reportar estas emisiones futuras, se crea un incentivo poderoso para que los equipos de Ingeniería, Calidad y Compras tomen decisiones hoy que reduzcan ese impacto futuro.

Por ejemplo, si el equipo de diseño elige un tipo de plástico que es más fácil de reciclar o sustituye un material complejo por uno de base biológica, el cálculo de las emisiones de fin de vida para los productos vendidos ese año será menor. El reporte se convierte en una métrica que mide la eficacia de las decisiones de diseño actuales.  

2. Transparencia y Rendición de Cuentas: Exige que la empresa reconozca y se haga responsable de la «hipoteca ambiental» que sus productos generan. Ignorar estas emisiones simplemente porque ocurrirán en el largo plazo sería presentar una imagen incompleta del impacto total de la empresa.  

¿Cómo se Gestiona la Incertidumbre?

Aquí es donde la observación sobre la tecnología futura es clave. Las normas, como la NIS A-1, son conscientes de esto y no exigen clarividencia, sino un proceso de estimación robusto, transparente y basado en la mejor información disponible en el momento del reporte.

El párrafo 15.1 de la NIS A-1 establece que «el uso de estimaciones es una parte esencial del proceso de preparación de la información de sostenibilidad; esto no disminuye la utilidad de la información siempre que las estimaciones se describan y expliquen clara y correctamente».  

Así es como se aborda en la práctica:

1. Se Basa en Escenarios Actuales y Razonables: El cálculo que el fabricante OEM haga en 2025 se basará en las tecnologías de reciclaje y disposición final, y en las tasas de recuperación de materiales que son estándar en la industria en 2025. No se espera que adivinen la tecnología de 2040.

2. La Clave es la Divulgación de Supuestos: El aspecto más crítico del reporte no es el número final en sí, sino la transparencia sobre cómo se llegó a él. Así que el fabricante  deberá revelar los supuestos utilizados en su cálculo, por ejemplo:

  • «Se asume una vida útil promedio del vehículo de 15 años».
  • «Se estima que el 85% del acero de la estructura del asiento será reciclado, basado en las tasas actuales de recuperación de la industria automotriz en Norteamérica».
  • «Se asume que el 90% de la espuma de poliuretano será enviada a vertedero, ya que actualmente no existen tecnologías de reciclaje a escala para este material».
  • «Los factores de emisión para cada proceso (reciclaje, vertedero, incineración) se han obtenido de la base de datos Ecoinvent, versión X.X».

3. El Cálculo Evoluciona Anualmente: Así que el punto sobre la mejora tecnológica es correcto, y el reporte lo refleja de forma dinámica. Si en 2030 surge una nueva tecnología que permite reciclar el 100% de la espuma de poliuretano de manera eficiente, entonces, para los asientos que el fabricante venda en 2030, el cálculo de sus emisiones de fin de vida utilizará este nuevo escenario, resultando en un valor mucho más bajo para ese año. El reporte no es una predicción estática a 15 años, sino una evaluación anual del impacto futuro de las ventas de ese año específico.

En conclusión, el análisis sobre la incertidumbre es totalmente válido y es una de las mayores complejidades del reporte de sostenibilidad.

Sin embargo, la normativa lo aborda no esperando una predicción perfecta, sino exigiendo un proceso de estimación transparente y basado en la mejor información disponible hoy. El objetivo es transformar un problema futuro en una métrica de rendimiento actual que impulse la innovación y el diseño responsable en el presente.

La duda planteada por el miembro del comité fue totalmente válida: reportar la disposición final implica hablar de un futuro incierto. Pero el objetivo de la norma no es anticiparse a lo que pasará, sino hacer visible desde hoy la responsabilidad de la empresa sobre el impacto futuro de sus productos.

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Alfredo Amieva Consultor GHG/ESG
Alfredo Amieva Consultor GHG/ESG

Certificado en Sostenibilidad ESG por la Universidad de La Rioja, España, así como en la elaboración de informes de sostenibilidad bajo el estándar GRI y GHG Protocol para emisiones de gases de efecto invernadero. Es fundador de Smart Sustain, firma especializada en Calculo de emisiones GEI y Huella de Carbono. Con enfoque a PYMES y Cadenas de Suministro Corporativas.

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